¿Para qué sirve?
Para hacer un análisis de la nutrición. Indica posibles deficiencias nutricionales debido al escaso o excesivo consumo de ciertos alimentos.
Para analizar los hábitos de vida. Ayuda a precisar cuáles son las necesidades nutricionales del individuo.
Para analizar síntomas. Analizando los síntomas que manifiesta el paciente se puede identificar qué sistema del cuerpo (inmunitario, cardiovascular, endocrino, digestivo, etc.) requiere atención.