La biorresonancia es un método de diagnóstico y tratamiento que permite la recuperación del equilibrio orgánico a través de la neutralización de las ondas patológicas que llevan al organismo a enfermar y la potenciación de las ondas terapéuticas que el organismo necesita. Cada vez más investigaciones científicas constatan la naturaleza bioeléctrica y vibracional del ser humano y animales.

Cada órgano tiene una vibración o frecuencia específica. Dichas frecuencias electromagnéticas fisiológicas, pueden ser interferidas por otras frecuencias patológicas causadas por virus, bacterias, hongos, metales pesados, toxinas alimentarias, estrés nervioso, alérgenos (polen, polvo), electrosmog, geopatías, etc.

Estas frecuencias patológicas interfieren en la intensidad y longitud de onda, produciendo alteraciones en los procesos bioquímicos de las células, alterando el sistema inmunitario, hormonal y nervioso, produciendo una mala regulación de los mismos y por tanto problemas funcionales.

En cuanto a su efectividad, hay una gran variación en cuando a los resultados, dependiendo del enfermo, de la enfermedad, del tiempo que la tiene y de los daños físicos u orgánicos que presenta.

En algunos casos los resultados se perciben de inmediato, como por ejemplo en el caso de dolores o en las inflamaciones agudas. La duración del tratamiento depende del paciente, edad, salud, capacidad de su sistema inmunológico y de la extensión, duración y tipo de patología.

En el caso de dolencias agudas, de 3 a 4 sesiones de 1 hora suelen ser suficientes. En el caso de condiciones crónicas, de 7 a 10 sesiones de 1 hora o más. Al transmitir al paciente sus frecuencias fisiológicas la biorresonancia es 100% segura, sin efectos secundarios, contraindicaciones o sobredosis. Se puede usar también con total seguridad en niños.

La alimentación es la ingesta de alimentos para satisfacer las necesidades de nuestro organismo. Ésta se logra con una adecuada nutrición, proceso por el cual los nutrientes contenidos en los alimentos que escogemos, satisfacen las necesidades de nuestras células y permiten el desarrollo adecuado de nuestros sistemas, con el fin de lograr que nuestro organismo funcione de manera correcta y saludable.
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Cada alimento esta compuesto por macro y  micro nutrientes además de energía, por lo que la selección de ellos para su ingestión debe ser variada y suficiente para así contribuir a que nuestro organismo funcione de manera correcta.
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El consumo de alimentos inadecuados genera una mala asimilación de sustancias y una mala eliminación de estas mismas, lo cual a menudo provoca patologías con síntomas físicos que a veces no se relacionan con problemas digestivos o de asimilación y por tanto tienden a la cronicidad.
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Tras el diagnóstico del paciente se ajusta su alimentación para el control y manejo de las patologías por carencias o excesos que pueda presentar.

¿Para qué sirve?

Para hacer un análisis de la nutrición. Indica posibles deficiencias nutricionales debido al escaso o excesivo consumo de ciertos alimentos.

Para analizar los hábitos de vida. Ayuda a precisar cuáles son las necesidades nutricionales del individuo.

Para analizar síntomas. Analizando los síntomas que manifiesta el paciente se puede identificar qué sistema del cuerpo (inmunitario, cardiovascular, endocrino, digestivo, etc.) requiere atención.
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- Recuperacion y/o mejora del estado de salud.
- Aceleración de la recuperación en lesiones.
- Mejora del rendimiento deportivo.